El Arsat-1, el primer satélite de comunicaciones argentino, será lanzado al espacio entre septiembre y octubre para brindar servicios de televisión, telefonía e Internet, según confirmó el presidente de la empresa estatal de telecomunicaciones Arsat, Matías Bianchi.
Gracias a la producción local de tecnología satelital, Argentina
tendrá un satélite propio y no dependerá de operadores internacionales
para poder brindar servicios en su territorio. Este sera ell Arsat 1
lanzado en 2014 y ofrecerá una amplia variedad de servicios en
telecomunicaciones, como televisión, telefonía, Internet y más. Con
cobertura completa de Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay; y más
adelante todo el continente con los próximos Arsat 2 y 3.
“Estamos a la espera de la confirmación de fecha por parte del lanzador (Arianespace)2, señaló Bianchi tal como se lo comento a Télam, y destacó sobre la relevancia de este hito nacional Argentino que “no hay más de ochos países en el mundo que tengan la capacidad de fabricar satélites geoestacionarios del tamaño del Arsat-1″.
Entre otros servicios que el satélite brindará para la Argentina y todo el continente americano, Bianchi mencionó la “distribución de la televisión digital abierta (TDA), de señales para cableoperadores y de contenidos hacia afuera de la Argentina” sumado todo esto a que se ofrecerá Internet y participará en la industria de telefonía celular para remplazar conexiones en lugares donde no las hay y cubrir zonas aisladas.
Por su parte, el subgerente general de la empresa rionegrina de tecnología INVAP, Vicente Campenni, explicó que “la cobertura de estos satélites incluye no solamente la productividad comercial iluminando las zonas de mayor población, donde hay más negocios, sino también las zonas que son menos rentables pero que se necesitan para el crecimiento social de la Argentina”.
Bianchi destacó la decisión del Estado de “proteger las dos órbitas geoestacionarias asignadas a la Argentina por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) para brindar servicios de telecomunicaciones con satélites” a través de Arsat, “desarrollando un plan de fabricación”.
Antes de la llegada del ex presidente Néstor Kirchner al gobierno, la empresa alemana Nahuelsat se encargaba de la administración de las órbitas, pero como esa firma privada “empezó a tener problemas de sustentabilidad” y quedaron en riesgo de perderse esas dos posiciones orbitales, el Estado decidió tomar eso activos”, y así se creó la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (Arsat).
“El Estado puede mantener las posiciones alquilando el satélite y brindando servicios, alquilándole el servicio a un operador o fabricando un satélite propio, que es la decisión que tomó la Argentina”, destacó Bianchi.
“Junto con el conocimiento que había en Nahuelsat, más el conocimiento que tenía adquirido Invap de hacer satélites de baja órbita, se comenzó este proyecto de fabricación de satélites geoestacionarios”, sostuvo Bianchi sobre el proceso.
Asimismo, subrayó que se trata de “un tema de soberanía”, ya que “Gran Bretaña estaba detrás de una de las dos posiciones que pudo retener la Argentina”.
“Estamos a la espera de la confirmación de fecha por parte del lanzador (Arianespace)2, señaló Bianchi tal como se lo comento a Télam, y destacó sobre la relevancia de este hito nacional Argentino que “no hay más de ochos países en el mundo que tengan la capacidad de fabricar satélites geoestacionarios del tamaño del Arsat-1″.
Entre otros servicios que el satélite brindará para la Argentina y todo el continente americano, Bianchi mencionó la “distribución de la televisión digital abierta (TDA), de señales para cableoperadores y de contenidos hacia afuera de la Argentina” sumado todo esto a que se ofrecerá Internet y participará en la industria de telefonía celular para remplazar conexiones en lugares donde no las hay y cubrir zonas aisladas.
Por su parte, el subgerente general de la empresa rionegrina de tecnología INVAP, Vicente Campenni, explicó que “la cobertura de estos satélites incluye no solamente la productividad comercial iluminando las zonas de mayor población, donde hay más negocios, sino también las zonas que son menos rentables pero que se necesitan para el crecimiento social de la Argentina”.
Bianchi destacó la decisión del Estado de “proteger las dos órbitas geoestacionarias asignadas a la Argentina por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) para brindar servicios de telecomunicaciones con satélites” a través de Arsat, “desarrollando un plan de fabricación”.
Antes de la llegada del ex presidente Néstor Kirchner al gobierno, la empresa alemana Nahuelsat se encargaba de la administración de las órbitas, pero como esa firma privada “empezó a tener problemas de sustentabilidad” y quedaron en riesgo de perderse esas dos posiciones orbitales, el Estado decidió tomar eso activos”, y así se creó la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (Arsat).
“El Estado puede mantener las posiciones alquilando el satélite y brindando servicios, alquilándole el servicio a un operador o fabricando un satélite propio, que es la decisión que tomó la Argentina”, destacó Bianchi.
“Junto con el conocimiento que había en Nahuelsat, más el conocimiento que tenía adquirido Invap de hacer satélites de baja órbita, se comenzó este proyecto de fabricación de satélites geoestacionarios”, sostuvo Bianchi sobre el proceso.
Asimismo, subrayó que se trata de “un tema de soberanía”, ya que “Gran Bretaña estaba detrás de una de las dos posiciones que pudo retener la Argentina”.
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