La nueva película de realidad virtual del cineasta Jonathan Griffith, protagonizada por el reconocido escalador Alex Honnold («Free Solo»), fue editada en DaVinci Resolve Studio de Blackmagic Design, que además también se utilizó el programa Fusion Studio para procesar las imágenes estereoscópicas captadas con múltiples cámaras. La película de realidad virtual que incluye dos partes, se estrenó el 3 de marzo y narra la historia del californiano durante escaladas en solitario en dos continentes, en donde se documentan experiencias en algunos de los lugares más remotos y salvajes del planeta. El largometraje, de Jonathan Griffith Productions, está disponible en la aplicación Oculus TV mediante las gafas de realidad virtual Meta Quest.
Después de su exitoso filme «Everest VR», Griffith estaba ansioso por realizar otro proyecto sobre escaladas en solitario, y Honnold fue la persona más evidente con quien hablar. Sin embargo, el primer paso fue convencer al reconocido escalador para que se uniera al mundo de la realidad virtual. «Parte del desafío es convencer a las personas de que, cuando la realidad virtual se hace bien, resulta una experiencia extraordinaria», comentó Griffith. «Sabía que bastaría con que Alex mirara “Everest VR”. Entonces, le envié unas gafas, miró la película y le encantó al instante la posibilidad de crear una experiencia de realidad virtual en solitario».
El desafío de producir una experiencia de escalada en realidad virtual de calidad excepcional, va mucho más allá de encontrar a la persona adecuada. Se requirió una planificación técnica compleja, la cual le permitió a Griffith captar la aventura de la manera más realista posible sin un equipo muy grande ni demasiados dispositivos. «Al grabar contenidos tradicionales, está la clásica toma desde arriba con el escalador mirando hacia abajo, y la persona atada con sogas y una caída importante por debajo», explicó Griffith. «Esto no funciona en la realidad virtual. Debemos rodar una imagen panorámica de 360 grados alrededor del sujeto, de modo que hay que colgar la cámara del precipicio lo más alejada posible. Nuestro estilo de producción no cuenta con grandes sistemas de soporte; soy solo yo con lo que puedo llevar. Así que también tuve que escalar la montaña e instalar todo yo mismo. Fue todo un desafío».
Griffith utilizó una cámara de realidad virtual con ocho objetivos diseñados para captar una vista de 360 grados, la cual generó ocho clips con una resolución de 3840 x 2880. Estos ángulos luego se unían con el propósito de crear una imagen totalmente estereoscópica en 360 grados. El editor Matt DeJohn empleó DaVinci Resolve Studio, donde creó una línea de tiempo en una resolución de 7680 x 7680, con la complejidad adicional de los ojos derecho e izquierdo en orientación vertical y horizontal. Una vez que se configuró todo, incluida la sincronización del audio espacial y las pistas del micrófono, ahí recién se dio inicio al proceso de edición.
Las consideraciones constantes para la realidad virtual hicieron que el proceso estuviera lejos de lo normal, y fue fundamental tener la posibilidad de acceder a Fusion desde el módulo Edición de DaVinci Resolve Studio. «La orientación es muy importante en realidad virtual, y a veces hay que ajustarla toma por toma», añadió DeJohn. «El objetivo principal es colocar al sujeto frente a donde probablemente esté mirando el espectador. Por ejemplo, en un plano A, si un personaje situado frente al espectador camina 90 grados hacia la derecha, el sujeto del plano B debería posicionarse en el mismo punto, 90 grados desde el centro, también hacia la derecha. Este ajuste de orientación se llevó a cabo con una plantilla de Fusion que creé, a la cual podía acceder desde el módulo Edición en Resolve. Funcionó como un complemento personalizado».💡
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