Los cineastas David Harp y Amanda Treyz se enfrentaron a una situación única, puesto que la preparación de la segunda temporada comenzó en agosto de 2020 de All Rise.
En ese momento, la pandemia estaba en alza y la idea de filmar una
serie en el set con actores y un equipo pasando largas horas juntos
simplemente no era una opción.
Fue entonces cuando el productor ejecutivo Michael Robin sugirió a Harp usar múltiples unidades Blackmagic Pocket Cinema Camera.
El cineasta contaba con experiencia limitada en dichas cámaras, pero
siempre le sorprendió la calidad de las imágenes que ofrecen, por lo que
sabía que era el momento de adoptar algo nuevo.
Harp nos dice que «tuvimos
que crear un sistema que nos permitiera dividir tanto al equipo de
producción como a los intérpretes en cabinas independientes para limitar
la exposición personal. A fin de lograr esto, pasamos de una serie de 3
o 4 cámaras a un total de 27, todas Pocket 6K».
Desde un set en Los Ángeles que representa un juzgado, All Rise
sigue las caóticas, esperanzadoras y, en ocasiones, absurdas vidas de
los jueces, fiscales y abogados de oficio mientras trabajan junto con
los alguaciles, secretarios y agentes de policía a fin de hacer justicia
para las personas en un proceso legal imperfecto.
Aunque la
primera temporada se rodó de manera tradicional, la segunda se
produciría de un modo muy distinto, pero era esencial que la estética de
la serie mantuviera la calidad, a pesar de los tiempos convulsos. Para
poder continuar, era importante encontrar un sistema seguro, y tanto el
equipo de producción como los intérpretes se adaptaron rápidamente al
nuevo paradigma. «Era surrealista ir a trabajar cuando la mayoría de las personas ni siquiera salían de sus casas», asegura Treyz.
La solución fue colocar unidades Pocket Cinema Camera 6K en una variedad de cabezales PTZ controlados a distancia, sistemas Ronin 2 de DJI, deslizadores remotos o estabilizadores Steadicam. El resto de cámaras, hasta 13, estaban en posiciones fijas.
Treyz reseña que
«el modelo Pocket 6K tiene un precio tan accesible que pudimos adquirir
múltiples unidades. Además, podíamos filmar tomas generales y primeros
planos simultáneamente».
El set estaba lleno de cámaras en plataformas, todas sin operadores. «Básicamente, cada ángulo que creíamos necesario se fotografió, en general con dos configuraciones», dice Harp.
Flexibilidad en la posproducción
Las
características adicionales de grabar a una resolución alta fueron muy
valiosas y ofrecieron a los cineastas flexibilidad en la posproducción. «Filmar en 6K nos brindó muchas opciones», afirma Treyz. «Podíamos
grabar un primer plano medio, y si el director quería uno más de cerca,
el editor podía lograr el encuadre deseado». Para Harp, la calidad de
las imágenes fue igualmente gratificante. «Una sorpresa agradable fue
las imágenes que las cámaras 6K nos proporcionaron. Al ver una cámara
pequeña, uno asume que no aportará la calidad general de una unidad
cinematográfica tradicional. Pero no fue así. El material que brinda el
modelo Pocket 6K es fantástico, con un color excepcional y una gran
intensidad. He disfrutado mucho las imágenes que hemos entregado esta
temporada».
Con la configuración única, solo los camarógrafos que operaban el travelling y el estabilizador Steadicam
se requerían físicamente en el set, además de los intérpretes. El
director, el cineasta y los asistentes de cámara podían entrar en el
escenario si era necesario, reduciendo así el riesgo de reunir a los
profesionales en un mismo lugar, a pesar de realizar rigurosamente
pruebas para detectar el virus.
Casi todo el trabajo de
iluminación fue realizado con plataformas en alto que proporcionaban
ángulos de 360 grados sin que los equipos se vieran en pantalla. Aunque
el ambiente era muy diferente al habitual, los profesionales se
adaptaron rápidamente. «La reacción de todos fue la de aceptación», reconoce Harp. «La
presencia del coronavirus hizo que tuviéramos que rediseñar los métodos
tradicionales, por lo que todos formamos parte del proceso de
restructuración. Estoy muy orgulloso del equipo, ya que se tiró de
cabeza a usar el nuevo sistema e hizo que funcionara».
Con respecto al elenco, Harp cree que, aunque al principio fue extraño, acabó apreciando los valores ocultos del nuevo estilo. «Primero,
los intérpretes se sintieron un poco confusos debido a la falta de
personal y al muro de cámaras, pero a medida que pasó el tiempo, se
enamoraron del método», añade «Además, con menos configuraciones, no tenían que repetir tantas veces cada escena, algo que apreciaron».
Ni Harp ni Treyz son nuevos usuarios de las cámaras de Blackmagic Design, pero la reciente temporada de All Rise trajo consigo una nueva idea de lo que era posible. «Escojo la cámara dependiendo del estilo que quiero conseguir y de lo que necesito para el rodaje», indica Treyz. «Anteriormente,
había usado cámaras de Blackmagic a fin de obtener ángulos
complementarios o tomas especializadas. Me he percatado de que las
imágenes en formato Blackmagic RAW coinciden a la perfección con las de
otros modelos, y puesto que las cámaras de la empresa proporcionan un
material robusto, son lo suficientemente versátiles para encajar en una
gran variedad de estéticas».
Al final, Robin se mostró complacido con la decisión de usar las cámaras.
«El nuevo sistema de producción mantuvo a salvo tanto al reparto como
al equipo, a la vez que nos brindó un show con una estética fantástica».
Para Harp,
después de cierto tiempo, el nuevo sistema rápidamente se convirtió en
lo normal, y las imágenes ofrecidas por las cámaras no lo decepcionaron.
«En general, estoy muy impresionado con este modelo.
Sinceramente, cuando me propusieron este concepto por primera vez, me
mostré escéptico. Estaba preocupado por si echábamos en falta las
cámaras que habíamos usado para la temporada anterior y con las que nos
habíamos sentido muy cómodos. Sin embargo, la calidad del modelo Pocket
6K es excelente, y estoy orgulloso de cada episodio que hemos creado con
él». 💡
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